Buenas tardes, querida amiga. Ante todo, quiero darle la enhorabuena por su valentía y su generosidad. Ya sé que muchos la tacharán de loca, insensata… Bueno, la gente es libre, y usted también. No estará pasando usted por un buen momento, imagino, no solo por las críticas externas, sino por la situación de la familia, que no parece muy boyante. Tenga paciencia, confìe y su hija le devolverá la alegría y los ánimos. No parece que esté confirmado el diagnóstico de síndrome de Down, o sea, que adelante, y lo que sea sonará. Tendrá usted una recompensa enorme por su actitud tan ejemplar en estos tiempos de tanto egoísmo. En mi tierra dicen que «un niño nace con un pan debajo del brazo». Que se cumpla el dicho. Yo creo que debemos esperar a que nazca la criatura y entonces ya iremos resolviendo dudas. No se preocupe por el futuro, viva al día, disfrute de la situación lo que pueda, y ya tendremos tiempo de hablar sobre la niña cuando haya nacido. Lo del gasto tremendo no es cierto; las cosas han cambiado y hay ayudas y apoyos para los niños y suis familias, aunque es verdad que siempre insuficientes. Pero vayamos paso a paso. Seguimos en contacto. Mucha suerte y un abrazo fuerte. Isidoro Candel