Buenos días, Yasmin. En mi opinión, el problema de su hijo es una dificultad para adaptarse a los ruidos fuertes por problemas de integración sensorial. Ante estas situaciones, ustedes deben ayudarle a afrontarlas para que vaya acomodándose a ellas poco a poco y ganando confianza; es decir, ante un ruido fuerte, no lo retiren cuando llore, cójanlo en brazos, háblenle para relajarlo, dénle seguridad.

Progresivamente, vayan disminuyendo el contacto físico: en vez de cogerlo en brazos, dénle la mano, abrácenlo, háblenle… La idea es que él vaya afrontando las situaciones poco a poco, con ayuda al principio. Hagan pruebas en casa con ruidos que le molesten, pero que no sean demasiado fuertes. Y sigan las orientaciones de los profesionales que atienden al niño.

Seguimos en contacto para lo que necesiten.

Un abrazo. Isidoro Candel

Buenos días, Sarahi. Es normal que un niño pequeño se asuste ante ruidos fuertes, pero no sé exactamente cómo será la reacción de su hijo según los estímulos. Es posible que sea un niño muy reactivo y rápidamente responde; también es posible que le cueste habituarse a esos estímulos aversivos. Entonces, poco a poco urá reaccionando mejor; ustedes pueden proponer de vez en cuando estímulos sonoros repetidos y esperar la disminución de la respuesta del bebé (tomándolo en brazos, tocándolo…). Tengan un poco de paciencia hasta ver cómo evoluciona esa capacidad de reacción del niño. Seguimos en contacto para lo que necesiten. Un abrazo. Isidoro Candel

Buenas tardes, Christian. Lo que usted comenta que hace su hijo seguramente tiene que ver con una inmadurez para integrar los estímulos sensoriales. En estos casos, lo mejor es ir acostumbrando al niño poco a poco a aquellas situaciones que le resultan más aversivas, como los ruidos fuertes. Al principio necesita apoyo (tomarlo en brazos, coger sus manos, abrazarlo) ante ruidos no muy fuertes; a medida que vaya adaptándose, ir retirando progresivamente esos apoyos a la vez que se sube un poco el volumen. No engtiendo muy bien lo del contacto con la piel y que quiera quitarse el polo; así, a simple vista, no veo ningún problema. Si puede ser usted más concreto, se lo agradecería. Seguimos, pues, en contacto. Un abrazo. Isidoro Candel

Buenos días, Yaniselis. Tal vez su hija tenga algunas dificultades para integrar la información sensorial, sobre todo la auditiva, y reacciona de forma desproporcionada a estímulos que, aparentemente, son normales. Debes ustedes ayudarla a que se vaya habituando poco a poco a estas situaciones que le provocan estrés y malestar; es decir, cuando haya un ruido fuerte o bien lo provocan ustedes, traten de proporcionarle apoyo y seguridad, cogièndola, tomándola de la mano, para que aguante y se acostumbre a ese ruido. Pueden subir la intensidad progresivamente, a medida que la niña se va adaptando. No fuercen la situación, vayan despacio; lo importante es que la niña adquiera seguridad y confianza y vaya reaccionando adecuadamente. Les aconsejo que consulten con el otorrino para que valore a la niña. Seguimos en contacto para lo que necesiten. Un abrazo. Isidoro Candel

Buenos días, Elisabeth. Mi propuesta va en la línea de que hay que ir acostumbrando al niño poco a poco a que se adapte a esos sonidos fuertes, pero que se dan en un entorno familiar. Entonces, pueden ustedes tomar al niño, abrazarlo, tenerlo en las piernas, mientras ríen y hablan un poco más alto, de manera que su hijo vaya asociando esos tonos y acciones con algo agradable, lo que le ayudará a ir habituándose a esos momentos. Y no dramaticen ni se agobien demasiado por esa circunstancia: jueguen con el niño al tiempo que ríen y hablan en un tono más elevado, sin pasarse. Progresivamente vayan disminuyendo el contacto físico, en la medida en que el niño vaya reaccionando de forma adecuada. Seguimos en contacto para lo que necesiten. Un abrazo. Isidoro Candel