Apreciado Arturo. Disculpe la tardanza en mi respuesta pero no podía acceder a la aplicación. Ante todo, acompañarles a Alejandra y a usted en el sentimiento. La muerte de un hijo, la pérdida de Greta, como usted muy bien describe, les ha hundido en la amargura. El dolor por la pérdida de un hijo es el dolor más grande y no hay remedios ni paliativos. Hay que pasarlo y se necesita tiempo. Greta estará siempre en sus corazones y con el tiempo el dolor y el desgarro irán desapareciendo y aprenderán a vivir sin ella. Su recuerdo será tierno y dulce, pero, para ello, necesitan tiempo.
Solo quiero decirles dos cosas: los procesos de duelo son individuales y muy íntimos y no tienen que ser iguales. Alejandra y usted quizá no reaccionen igual. Hay personas que necesitan estar activas, entretenerse, hacer cosas para soportar la pena y otras que se encierran, que no salen que no quieren ver a nadie. Que se reaccione diferente no quiere decir que no se sienta la misma pena. Es muy difícil ayudar a otra persona cuando uno mismo está pasando por el mismo trance. Por eso han de cuidarse mucho como pareja.
La otra cosa que les quiero comentar es el tema de la probable negligencia médica. Estos asuntos pueden llenarnos de sentimientos negativos (rabia, rencor, etc) que nos invaden y nos dificultan la elaboración del duelo.
Están atravesando una situación muy compleja y dolorosa y si no pueden sobrellevarla solos, consulten con un profesional que les ayude a salir adelante. Dense tiempo y cuídense.
Reciban un fuerte abrazo
Beatriz Garvía
Psicóloga clínica experta en síndrome de Down