Buenas noches, Lisbeth. Realmente, su caso es complicado pues al síndrome de Down se une un daño neurológico que dificulta más la reeducación. En cualquier caso, hemos de trabajar con lo que hay e ir poco a poco marcando objetivos pequeños y consiguiendo metas. No sé si reciben ustedes asesoramiento y orientación de algún fisioterapeuta; eso sería m uy conveniente coin el fin de ir concretando la rehabilitación que su hija necesita en cada momento. Es natural que se siente usted frustrada e impotente, pero debe afrontar la situación con realismo y no crearse expectativas ideales: partir de la situación y las necesidades de su hija y, en base a esto, ir marcando objetivos sencillos y concretos, sin agobiarse usted ni agobiar a la niña, ajustándose a la situación. Para ello, es fundamental la intervención de profesionales que ayuden a la niña y a la familia. Me gustaría que usted nos concretara un poquito más para poder ayudarla mejor. Es importante lo que usted y otros hagan con su hijna, pero lo fundamental es que las relaciones emocionales y sociales de la niña con ustedes y la dinámica familiar sean adecuadas, es decir que haya un apropiado bienestar emocional, físico y social. Seguimos en contacto para lo que necesite. Un abrazo. Isidoro Candel

Buenos días, Graciela. Como bien dice usted, cada niño es diferente y funciona de forma distinta aunque la estimulación sea la misma. Cada persona tiene un temperamento, un estilo de conducta. Parece que su hijo es más bien tranquilo y no le gusta tomar riesgos. Pero lo importante es que se mueva, que se desplace de un sitio a otro, que camine aunque sea con ayuda. Es natural que usted se sienta frustrada, desesperada, desanimada. Vale. No obstante, fíjese que su hijo puede andar pero tiene miedo y no se decide a hacerlo solo. Que lo haga con apoyo, es bueno que camine por todos sitios. No le agobien. Jueguen con él a que se mantenga de pie sin apoyo y dé uno o dos pasitos. Tranquila, que andará él solito. Seguimos en contacto. Un abrazo. Isidoro Candel

Buenas tardes, Suleima. Entiendo su desesperación, aunque no debe usted ser tan pesimista. Sin duda, su hijo andará a pesar de que no acaba de decidirse porque tiene miedo o aún es inmaduro. Lo fundamental es que se desplace rastreando o gateando por toda la casa, y que se ponga de pie con apoyos cuando esté preparado y él quiera (conviene instarle a ello). No deben ustedes obsesionarse cin la idea de que su hijo ande a toda costa; ya lo hará. Ocúpenbse en que se desplace por el suelo y luego que se incorpore y empiece a dar pasitos con ayuda. Seguimos en contacto. Un abrazo. Isidoro Candel