General26 Feb 20205 minutos de lectura

Lucas Barrón, primer participante del Dakar con Síndrome de Down: «Quiero volver y ganar en camión»

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En enero de 2019, el joven peruano Lucas Barrón cumplió un sueño al correr en el Dakar como copiloto de su padre, Jacques. Además, Lucas hizo historia al ser la primera persona con síndrome de Down que participaba en el Dakar, uno de los rallys más duros del mundo. Ambos disfrutaron de la carrera y de su ambiente hasta que su vehículo se averió y tuvieron que abandonar. Lejos de venirse abajo, el ‘equipo Barrón’ se prepara para disputar el Dakar 2021 en camión. «Es un reto. Quiero acabarlo, ganar y batir un récord», afirma muy ilusionado, Lucas.

«Es mi nuevo reto. Tengo muchas ganas, sería mi primera vez en camión. Va a ser muy duro, también la preparación, pero quiero hacerlo»

A sus 26 años, Lucas es un  joven entusiasta al que le encanta el deporte, sobre todo la natación y el fútbol, y salir con amigos y su novia. Sin embrago, lo que más le ilusiona es participar en carreras con su padre, al que adora. Su experiencia en el Dakar 2019 fue increíble para ambos y por eso quisieron repetir en 2020, pero por asuntos burocráticos para viajar a Arabia Saudí, donde se celebraba el Dakar, no llegaron a tiempo. Por ello, esperan poder participar en Dakar 2021, y esta vez, hacerlo en camión.

Este intrépido peruano trabaja en un taller de repostería elaborando pasteles y vendiéndolos en oficinas en Lima. Además, práctica deporte todas las semanas y disfruta pasando tiempo con su familia y amigos, pero a pesar de ello, dedicará el tiempo que haga falta para poder lograr su nuevo reto para el que empezará muy pronto a prepararse. «A mi me gusta mucho la música y bailar. Estar con mis hermanas y con todo el mundo que quiero. Pero ahora lo que más me gusta es pensar en ganar el próximo Dakar», recalca Lucas.

«Soy muy rockero, aunque ahora quiero aprender a tocar el oboe»

El padre de Lucas, Jacques Barrón, participó en el cuatro ediciones del Dakar en moto, pero tras un accidente, tuvo que hacerse a la ideal de que debería pilotar otro vehículo si quería volver a participar en cualquier carrera. Fue entonces cuando habló con Lucas, y con su madre, Lucía, y pensaron que sería estupendo que padre e hijo formasen un equipo y así participar juntos en carreras locales y si todo iba bien, en el rally más famoso del mundo. Lucas debería asumir el papel de copiloto para guiar y ayudar a su padre. «Es algo difícil, pero me gusta mucho y voy muy tranquilo», explica el joven.

«Un buen copiloto tiene que ir tranquilo, centrado y muy atento. Yo veo la ruta, la aprendo y luego le guío y le aviso para no chocar con otros coches», asegura Lucas, quien afirma tener todas las cualidades necesarias para ejercer de guía. Su padre también está encantado con él: «Me ayuda en todo. Me da mucha tranquilidad y cuando toca coger la pala para sacar el coche de la arena, él lo da todo. Es estupendo y no tiene miedo a nada«. Juntos forman el equipo ‘BarrónX2’.

A pesar de la dureza del Dakar, carrera en la que se recorren 9.000 km al día durante un periodo de 17 días, Lucas disfrutó, tanto de la propia aventura junto a su padre, como del resto de compañeros contra los que competía. «Todo el mundo sabía de mí. Todos eran simpáticos y hablábamos mucho todos en las comidas», explica el joven peruano. El ambiente que vivió en aquella experiencia es otro de los motivos que le anima a querer volver a participar en esta prueba para la que ‘BarrónX2’ busca colaboración o soporte económico, pues implica unos gastos muy elevados.

El papel de una familia unida

Para Lucas, el mayor de tres hermanos, es toda una suerte contar con una familia que le anima a conseguir aquello que se proponga y a ser una personas autónoma e independiente. «Mis padres y mis hermanas están felices conmigo. Me apoyan en todo«, explica el joven. A pesar del miedo que puede sentir la madre de Lucas cuando él y Jaques se aventuran en nuevos desafíos, ella es consciente la importancia de animar al joven copiloto. «A veces lo paso mal, van a carreras duras y puede que esté tiempo sin saber qué tal les va o cómo están, pero confío en ellos«, afirma Lucía.

Los padres de Lucas y sus hermanas, Adriana y Miranda, son consientes de la repercusión e importancia que tiene que su hijo, con síndrome de Down, participe en carreras locales, nacionales y sobre todo en una prueba tan dura como es el Dakar. «Lucas es todo un ejemplo, él lo sabe y le encanta. Ahora hemos estado de viaje en Francia y España y se sorprende de que no le reconozcan porque en Perú sí es bastante conocido», nos cuenta entre risas el padre del intrépido joven.

«Me he hecho muy famoso, así es mi vida ahora. Me gusta, no me da vergüenza. Estoy muy contento de ser un ejemplo. Abro una puerta a las personas con discapacidad. Que los padres les apoyen y que ellos se esfuercen», dice Lucas.