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“Hay que terminar con los tópicos como que somos cariñosos, especiales”

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Galcerán tiene 37 años y es una trabajadora nata acostumbrada a esforzarse al máximo para conseguir lo que se propone. De esta forma logró en 2013 el primer lugar en su concurso para acceder a un cargo de funcionaria para la Conselleria de Bienestar Social de la Generalitat valenciana. Ahora ha marcado un hito para el colectivo al convertirse en la primera persona con síndrome de Down que accede a la presidencia de una entidad española.

ASINDOWN, que cumplió el 20 de noviembre 25 años de vida, ha publicado en su web una carta abierta de su nueva presidenta. En ella, Galcerán declara que «debo estar en primera línea demostrando con mi presencia que somos capaces de asumir nuestras responsabilidades y porque se nos tiene que oír y debemos opinar en todo aquello que se refiera a nosotros«. La joven comenta que «quiero haceros llegar mi compromiso de esfuerzo y trabajo. Sé de mis limitaciones y también sé el compromiso que supone el cargo que he asumido,», pero me siento con fuerza y no estoy sola, cuento con la ayuda de la Junta Directiva y desde estas líneas quiero pediros ayuda y apoyo».

También menciona en esta misiva que «quiero mandar un mensaje a las personas con síndrome de Down, invitándoles a que participen en nuestra asociación y que cuentan conmigo porque yo voy a contar con ellos».

Con motivo de su elección como presidenta de la entidad levantina, el periódico «Levante. El mercantil valenciano» ha publicado una entrevista con Galcerán, que se reproduce a continuación.

Que una persona con síndrome de Down presida una asociación de síndrome Down, ¿debería ser noticia»

No sé, es un paso más de normalización. Pero la sociedad debería estar más sensibilizada con las personas con síndrome de Down, que deberían recibir más apoyo y más ayuda. No solamente para nosotros, si no también para nuestras familias y los profesionales que nos atienden. Es una labor que atañe a toda la sociedad.

¿Qué significa para usted presidir ASINDOWN»

Me siento orgullosa. Soy la voz de mi colectivo y es muy importante. Mi objetivo es conseguir más visibilidad. Hasta ahora hablaban de nosotros sin ser nosotros partícipes en cierto modo. Nos representaban otras personas. Que una persona con síndrome de Down dirija la asociación es una forma de ser más visibles, que nos oigan y que sepan cómo pensamos y cómo nos sentimos de manera más directa.

¿Siente mayor responsabilidad por su cargo»

Sí, porque tengo un reto difícil. Lo sé por mi familia, porque mi madre fue presidenta, y por anteriores presidentes que han pasado por el cargo a lo largo de estos últimos 25 años. Pero voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que el colectivo esté orgulloso de mí.

¿Qué tiene que decir a la sociedad»

Que no somos tan diferentes. Hay que terminar con los tópicos como que somos cariñosos, especiales, etc. Somos personas que luchamos por salir adelante con nuestras dificultades, con el apoyo de las personas que llevan tiempo luchando por esta causa, sea familia, entidades, etc. Tiene que haber también más sensibilización, porque al final hacemos las mismas cosas que los demás. Creo que Dios nos ha puesto en este mundo para salir adelante con nuestra discapacidad intelectual, y hay que decir a la gente que tardamos en conseguirlo, pero al final alcanzamos los mismos objetivos. Con más esfuerzo, pero llegamos.

¿Todavía encuentra rechazo en la sociedad»

Hay un poco de todo. Hay personas que están siempre a tu lado, ayudando, pero hay otras que te juzgan sin saber. Y tenemos que romper con esos prejuicios, pero es un trabajo de 365 días al año.

¿Cuáles son las principales reivindicaciones que dirigen al gobierno»

Reclamamos la mayor inclusión posible en toda la etapa educativa, desde infantil hasta los estudios superiores, pero en general la mayor inclusión a lo largo de nuestra vida: nuestra autonomía e independencia, el acceso al mercado laboral, etc.

¿Se tiene que materializar de algún modo a nivel legislativo»

Por supuesto, falta legislación al respecto, sobre todo en la cuestión educativa. Por ejemplo, la LOMCE ha sido una auténtica regresión para las personas con síndrome de Down. Hace falta un cambio total de pensamiento a la hora de elaborar la normativa, para que las personas con síndrome de Down o discapacidad intelectual puedan seguir sus estudios de manera ordinaria. Hay que pelear con todos, sean políticos o maestros, hay que hacer un cambio en la comunidad educativa. Se trata de ser uno más, que nos traten con normalidad y curiosamente el mundo que más sensibilizado está con esa visión es el mundo empresarial: si no trabajas te despiden igual que a otra persona.