Noticia23 Feb 20239 minutos de lectura

«Apoyar a las personas con síndrome de Down ha dado sentido a mi vida»

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Conocido por su faceta como actor y humorista, Santi Rodríguez es uno de los personajes clave en la comedia de nuestro país. Su papel como ‘el frutero’ en ‘7 vidas’ le lanzó a la fama, desde donde según él explica, le es “más fácil ayudar a los demás”.

Entrevistamos al cómico para saber más acerca de él y del vínculo que le une a las personas con síndrome de Down y a sus familias desde hace ya muchos años.

-Eres todo un referente del humor en nuestro país gracias a tus innumerables monólogos, apariciones en televisión y al inolvidable frutero de ‘7 vidas’. De toda tu carrera profesional, si tuvieras que quedarte con una experiencia, ¿Con cuál sería y por qué?

A nivel profesional, ‘7 vidas’, sin duda. Todo en la vida tiene un porqué y va unido a algo más. El hecho de estar en ‘7 vidas’ y hacerme conocido es lo que me ha abierto las puertas a poder ayudar.

– Sabemos que actualmente estás inmerso en tus espectáculos ‘Espíritu’, ‘Como en la casa de uno…’ e ‘Infarto’, ¿Cómo describirías cada uno de ellos y cómo te sientes al tener ‘en cartelera’ tres funciones de éxito?

‘Como en casa de uno’ es un standard comedy, una puerta al mundo en el que ridiculizo las reacciones del ser humano frente a las cosas nuevas, y ‘Espíritú’ e ‘Infarto’ son dos cantos a la vida. Curiosamente, ambas nacen de episodios como la muerte o los infartos, pero son un canto sobre lo importante que es estar con los seres queridos y disfrutar de la vida, que la vamos desperdiciando al quejarnos de cosas sin importancia real o al tener miedo a cosas que puede que nunca vayan a pasar.

Me siento maravillosamente al tener las tres funciones. Estoy encantado porque nací con la vocación de hacer felices a los demás. No soporto ver a la gente triste y con esto les hago reír y la sensación es maravillosa. Al terminar la función, mucha gente me espera para darme un abrazo y las gracias por haberles hecho llorar y reír en una misma función. ‘Espíritu’ termina con una reflexión muy poética con la que se emociona mucho el público. Después de haber reído durante hora y media, la mezcla es muy fuerte, muy potente.

-A lo largo de tu trayectoria, han sido muchos los momentos en los que has dado muestra de ser una persona realmente solidaria al colaborar con diferentes causas, ¿de dónde viene esa motivación?, ¿Qué te gustaría explicar sobre tu faceta más solidaria y comprometida?

Se nace así [ríe]. Hay varios componentes y detonantes que te lo incentivan. En mi casa, lo he visto desde pequeño. No es que algo en concreto que me haya marcado, si no la manera de hacer las cosas en casa. Son posturas de vida. Nadie es imprescindible, nadie es más que nadie y no sabemos cómo nos irá en la vida. Por eso, lo importante es hacer el camino bien acompañado en un entorno feliz. Sobre todo, esto me viene por mi abuela María, que me enseñó muchísimas cosas que yo pongo en práctica y he confirmado que llevaba toda la razón del mundo.

– Desde hace años, colaboras con DOWN JAÉN como embajador, con DOWN ESPAÑA y participas en diferentes iniciativas para apoyar a las personas con síndrome de Down, ¿Cómo surgió ese compromiso e implicación con las personas de nuestro colectivo?

Ya conocía a personas con síndrome de Down, pero todo vino a raíz de un premio que me entregaron en Jaén. Siempre hablo de mi tierra y me invitaron a una feria para conocer cosas y productos de la provincia. Allí, había un stand de DOWN JAÉN y una empresa con la que estaban colaborando en la que jóvenes con síndrome de Down trabajaban el esparto. Flipé con lo que allí había, pensaba que les ayudaban a hacer una parte de aquello, pero me explicaron que lo hacían ellos solos con mucha destreza. Aluciné y por eso me invitaron a conocerles mejor. Fui a la asociación y recibí tal cantidad de cariño y de sensaciones buenas y nuevas al lado de las personas con síndrome de Down y sus familiares, que ya no podía quedarme solo en haberles conocido.

En DOWN JAÉN, me comentaron que iban a cambiar de sede a una más adecuada y pensé en cómo ayudarles. Empezamos con un calendario con el que, recaudamos 20.000 euros al vender más de 4.000 ejemplares, pero así, tan poco a poco, iba a ser difícil cambiar de sede. Por eso, me puse manos a la obra para hacer un festival, que ya lleva 14 ediciones.

Me encanta la tele, el teatro, pero lo que más orgullosos estoy en mi vida es de poder ayudar a las personas con síndrome de Down y a sus familias. Ellos me lo agradecen, pero el que tiene que dar las gracias, soy yo. El que aprende de su manera de ver la vida soy yo. Es como entrar en un mundo nuevo. Otra dimensión.

– ¿Tienes o has tenido algún vínculo con personas con síndrome de Down aparte de esas colaboraciones?

 Ahora son como familia.

– ¿Qué significa para ti ser el embajador desde el año 2007 de DOWN JAÉN?

Una suerte, desde luego. Lola Gómez, presidenta dela asociación, da mucha visibilidad, pero el hecho de que yo fuese conocido pesa y aporta algo más. Todo esto es como ser un velcro, se va pegando gente que va contagiándose y quiere ayudar. Para mí, dar visibilidad al síndrome de Down es todo un orgullo, es muy bonito.

Realmente significa haber encontrado un sentido a mi vida

– ¿Cómo describirías el Festival Santi y sus amigos?

Es un fin de semana de convivencia, reciclaje mental, cariño, actividades. Comienza con una recepción en la que los patrocinadores les entregan regalos a los artistas y se celebra una gala de humor en la que se llena el teatro hasta arriba. Después hay una cena y ya el sábado en un parque de Jaén, hay actividades deportivas, talleres, hinchables para los más pequeños, venta de camisetas… donde nos juntamos más de 1.000 personas. Con el precio de las entradas, la venta de camisetas o productos, ayudamos mucho a la asociación.

Hay artistas como Manolo Sarria, Jesús Arenas o Jesús Cañete, que llevan viniendo desde la primera edición. Siempre repiten porque es una experiencia maravillosa y curiosamente, siempre hay un artista que queda unido a una persona con síndrome de Down, siempre surge algún lazo. Es increíble como cada vez se une más gente y como el parque cada vez se nos queda más pequeño. La gente sabe que antes de la feria de Jaén es el festival y no se olvidan.

una vez termina, se empieza a organizar el del año que viene, y todo es posible con la ayuda de Montse Rosés.

– En 2020, nuestro Encuentro Nacional de Familias fue on line, y tuvimos la enorme suerte contar contigo para darle un maravilloso toque de humor, ¿Cómo valorarías la experiencia?

Fue algo muy especial porque como no fue mi primer monólogo on line y ya sabía que no iba a ser algo frío como podría parecer. A mí me ayudó mucho visualizar a tantas familias de personas con síndrome de Down al otro lado de la pantalla. Sentí como que me llevaron en volandas. Me siento muy querido por el colectivo de familias de personas con síndrome de Down. No tengo mérito ninguno, pero ellos agradecen mucho mi colaboración por el Festival.  En resumen, fue una maravillosa experiencia que espero poder repetir en persona.

– ¿Qué mensaje te gustaría lanzar a la sociedad en relación a la inclusión de las personas con síndrome de Down?, y ¿a las personas con síndrome de Down y a sus familias?

A la sociedad en general que incluyan. Hemos avanzado mucho y la gente entiende que todos somos diferentes. Hay gente más rubia, más morena y también otras características como síndrome de down, que tampoco son iguales entre sí. A unos se las da bien el arte, el deporte y a otros no, como al resto de personas. Todos somos.

Entiendo las reticencias que pueda tener un empresario a la hora de contratar a una persona con discapacidad, pero es un error pensar en que no van a poder cumplir expectativas, y lo digo por experiencia. Llevo muchos años viendo ejemplos. Las personas con síndrome de Down demuestran ser mucho más responsables que muchísima gente sin discapacidad.  El hecho de tener un trabajo es su late motive, están tan agradecidos de tener un trabajo que son muy responsables. Lo interesante es encontrar la función adecuada para ellos. Para mí un gran ejemplo es el de Ángel, un trabajador de la empresa se mi mujer que cumple su función perfectamente y encima ha generado un ambiente de trabajo maravilloso. Invito a los empresarios a que si tiene dudad que me pregunten.

A los nuevos padres y madres les quiero decir: No tengáis miedo, que hay que estar contento. La suerte que es tenerlos en la familia, y aunque el camino no es fácil, la recompensa va a merecer infinitamente la pena. No tengáis duda de que llegará y de que cada vez será más fácil.