General30 Ene 20192 minutos de lectura

Simon, el mejor ayudante para cuidar de sus hermanos

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Esta es la increíble historia de superación de un niño de cuatro cuatro años que ayuda a sus padres adoptivos con el cuidado de sus dos hermanitos, Alex, de seis años y con síndrome de Down y David, de cinco y con parálisis cerebral.

El pequeño Simon, muy atento, cariñoso y sociable, nació en Bulgaria y un matrimonio estadounidense, Jeremy y Nicole, le adoptó para que formase parte de su gran familia. Lo que no imaginaba esta pareja, padres adoptivos de otros tres niños procedentes también de Bulgaria, era que Simon se convertiría en el perfecto ayudante de la casa.

Ya sería digno de admiración que un niño tan pequeño, ayudase a vestir, dar de comer, despertar, acostar, jugar o cambiar a sus hermanos pequeños, pero lo es mucho más teniendo en cuenta las necesidades tan especiales de los dos pequeños y que Simon tiene síndrome de Down. ¡Qué campeón!

«A Simon le encanta estar con gente y, desde que llegó a casa, ha intentado ayudar en todo lo posible con sus queridos hermanos«, explica el orgulloso padre de Simon.

Además de disfrutar atendiendo y protegiendo a sus hermanos, el risueño Simon es feliz jugando en el jardín y practicando fútbol, como cualquier niño de su edad.

Una familia muy especial

Los padres de Simon., residentes en Utah, están muy agradecidos por tener la suerte de contar con el pequeño en casa. «Llena la casa de alegría, igual que sus hermanos, y aunque todavía no habla muy bien nuestro idioma, poco a poco va aprendiendo», comenta Jeremy.

Tal y como explica Nicole, quien tras trabajar diez años como enfermera, decidió convertirse en madre y dedicarse al cuidado de sus pequeños, «criar a cuatro niños con necesidades especiales requiere mucho trabajar». «La clave es encontrar alegría en cada una de esas actividades y Simon nos ayuda mucho con ello también». añade.

La valentía de esta pareja ha sido recompensada con la felicidad que les aportan sus cuatro niños, pues «siempre están emocionados y llenos de alegría. Se ponen muy felices con las cosas simples que otros niños a veces dan por sentado», finaliza Nicole.