Pasado el gran día para el colectivo de personas con síndrome de Down y sus familias, entrevistamos al protagonista de nuestra campaña #NoSomosUnEstereotipo, Oriol Cano, quien aún está muy emocionado por la repercusión de la campaña.

“Me encanta ser el protagonista de la campaña. El vídeo me ha encantado. Es muy bueno. Se entiende muy bien lo que pasa en el vídeo y la gente lo ha visto mucho. Me han dicho que es muy bonito y que les ha encantado. A mí lo que más me gusta del vídeo es la parte final. El encuentro con Selva y el abrazo, es muy bonito y la sorpresa también. Es un vídeo para decir que las personas con síndrome de Down no somos todas iguales. Somos diferentes. Creo que la gente lo va a ver con esta campaña”, explica Oriol.

A sus 46 años, Oriol se define como un hombre “positivo y muy trabajador”, que disfruta pasando tiempo con sus amigos, su novia, viendo la tele y también, trabajando en la Cámara de Comercio de Girona, donde reside. Su arrolladora personalidad hace que cualquiera que le conozca quiera saber más sobre él. Es un hombre sensible, tranquilo, seguro de sí mismo y valiente al que no le importa comer, ir al cine o viajar solo. Su increíble memoria le permite repasar algunos de los mejores presentadores y programas de la historia de la televisión en España.

“Me gusta estar con la gente, hacer caminatas, y me encanta la televisión, desde pequeño. Me gustaban mucho los programas de los 80 y 90. Mi presentador favorito ahora es Rodrigo Vázquez, de El Cazador. Él superguay y da mucha audiencia. Operación triunfo también me gusta mucho, conozco a todos y Bustamante es mi ídolo”, afirma Oriol, quien apunta también que disfruta con Eurovisión, aunque según dice «la cantante que va este año es demasiado flamenca…”.

“Me encanta estar con mis sobrinos, son unos gamberros. Ellos no sabían que tenía síndrome de Down. Ahora ya sí y todo muy bien”.

Para él, amante de la televisión, haber protagonizado el vídeo de la campaña de DOWN ESPAÑA por el Día Mundial del Síndrome de Down ha sido toda una experiencia. “El rodaje me encantó, con tanta gente. Lo pasé muy muy bien, aunque también fue bastante largo…”, explica sobre la maratoniana jornada de grabación del spot.

Una vida plena

Actualmente, Oriol se encuentra en una etapa muy feliz de su vida, según nos cuenta. “Trabajo en la cámara de comercio desde hace 16 años y estoy muy contento. Es media vida. Vivo con mi madre y veo a mi novia Teresa cuando podemos. Vivo como un rey”, dice entre risas.

Sobre su pareja, Oriol dice que es una chica simpática y muy marchosa. “Los dos somos muy majos, amables y encantadores. Por eso a sus padres les gusto.  Soy todo un caballero. No nos vemos mucho porque Teresa, vive un poco lejos, en Ripoll. Nos conocemos desde 2010 porque hicimos un viaje de nuestra asociación, Astrid21”, señala.

“Ella también tiene síndrome de Down, pero a cada uno le gusta una cosa. Somos diferentes. Yo, por ejemplo, soy una persona muy tranquila y sensible, a veces me emociono. Escuchando música, por ejemplo”.

A pesar de ser un hombre muy positivo y de encontrarse en un momento “muy bueno”, Oriol también ha pasado por etapas de su vida bastante más complicadas y difíciles. Creció en Bilbao, pero tras la separación de sus padres, tuvo que mudarse con su madre a Girona, separándose así de parte de su familia, de sus compañeros de trabajo y de sus amigos. “Fue un poco triste por los amigos sobre todo”, afirma. Además, su madre padeció cáncer, algo que le preocupó mucho, pero que afortunadamente salió bien. “Mi madre está fenomenal y yo muy contento”.

Todas estas experiencias han hecho que Oriol sea hoy quien es, una persona con sus gustos, preferencias, intereses, miedos, retos, … En definitiva, una persona con una vida plena que ejemplifica a la perfección el lema de nuestra campaña #NoSomosUnEstereotipo. A través de la cual, desde DOWN ESPAÑA, hemos querido hacer ver a la sociedad que las personas con síndrome de Down son únicas, igual que el resto de la población, y que ya es hora de derribar los prejuicios y estereotipos que todavía pesan sobre ellas.