Deporte20 Jul 20235 minutos de lectura

“Las personas con síndrome de Down podemos hacer deporte igual que el resto y yo hago kickboxing”

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Cada vez son más los ejemplos de personas con síndrome de Down que se lanzan a practicar deportes que no son los más habituales. En esta ocasión, hemos entrevistado a un joven salmantino que disfruta desde hace años practicando kickboxing.

El kickboxing es un deporte de contacto y una forma de boxeo, basado en patadas y puñetazos, y gracias a la determinación de Sergio y al compromiso de su club y de su entrenador, este joven lo practica en inclusión.

“Me encanta el kickboxing. Lo que más le gusta son las competiciones, entrenar con mis compañeros y estar en forma”, afirma el joven, actual campeón de España junior de la categoría para personas con discapacidad.

“Cuando gané el oro me sentí muy orgulloso, fue un sueño cumplido. Mi siguiente meta como luchador tener muchos trofeos y muchas medallas y tener cinturón rojo”

A sus 17 años, Sergio Ramajo está orgulloso de su progresión en este deporte que descubrió casi por casualidad en un taller de su asociación DOWN SALAMANCA. En enero de 2018, decidió apuntarse y “poco a poco se integró en el club como uno más”, según explica su entrenador del club Élite Kickboxing, Manuel García.

“Empezó en el grupo infantil, le encantaba la parte de los golpes y la parte de las técnicas de puño y pierna. En esos grupos, hay mucha actividad de juego y se integró muy bien. Es súper respetuoso y muy constante. Le encanta y para mi es todo un regalo poder compartir entrenamiento con él”, afirma García.

Para Sergio, lo mejor de sus entrenamientos es “preparar las combinaciones, los giros de piernas, y lo que más le gusta es “la relación con los compañeros”. “Me llevo con todos muy muy bien. Manu, el entrenador, es muy buena persona. Lo que mejor se me da hacer las técnicas y aprender nuevas técnicas, y lo que peor, es la coz, una patada en salto hacia atrás”, se sincera Sergio.

Tal es su pasión por este deporte que, a pesar de trabajar “muy duro y desde hace un año y medio” en una de las tiendas Álvaro Moreno de su localidad, Sergio encuentra tiempo para seguir practicando. Además, asegura no ponerse nunca nervioso cuando compite porque sabe que él siempre “lo da todo”. “Me gustaría animar (a las personas con síndrome de Down) a que practiquen, que no se pongan nerviosos, que solo es coger confianza. Las personas con síndrome de down sí podemos hacer deporte igual que el resto de personas”.

Clubes inclusivos y entrenadores comprometidos

Afortunadamente, las oportunidades de encontrar un deporte que se adapte a los gustos y capacidades de las personas con síndrome de Down cada vez es mayor, y sin duda, esto es gracias al compromiso y tesón de los clubes y técnicos deportivos que ponen su empeño en facilitar la inclusión.

El entrenador de Sergio nos explica que la entrada del joven en el club para él fue “un gran reto que Sergio puso muy fácil”. “Llevo 16 años como entrenador y nunca había entrenado a diario a una persona con discapacidad intelectual. Cuando vino Sergio a apuntarse, no sabía cómo lo organizaría, pero por supuesto que tendría su sitio y si este deporte la gustaba”.

De su pupilo, Manuel destaca “las ganas de entrenar cada día, lo constante y exigente que es con cada detalle técnico. “¡Es el sueño de un entrenador!”, exclama con emoción.

Sobre su implicación con el resto de sus compañeros de equipo, el entrenador afirma que Sergio fue introvertido de inicio, pero que “con los años se ha ido abriendo y ahora tienen un grado de admiración mutua maravillosa. Se ayudan porque entrenan juntos.  La evolución deportiva y personal de Sergio ha sido increíble desde que llegó con 11 años. Me siento muy afortunado de haber ido conociéndole cada vez más”.

Para finalizar, Manuel quiere enviar un mensaje a las personas con síndrome de Down y a sus familias: “El del kickboxing no es únicamente combate, hay mucho más, un contenido mucho más grande e inclusivo. En las competiciones, por ejemplo, se facilita que haya partes de menos impacto o riesgo. En definitiva, es un deporte divertido, que ayuda a mejorar la  motivación, etc…La labor de deporte es esencial para todos, pero para las personas con síndrome de Down mucho más”.

«Animo también a los técnicos a que se formen lo suficiente para no tener miedos y afrontar los entrenamientos con personas con síndrome de Down porque se pierden disfrutar de experiencias increíbles».