Educación

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Decirle a un niño que es s. down

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XMLL 03/10/2011

Hola, soy profesional de la educación y me he encontrado con una situación que no me atrevo a resolver por mi mismo. El caso es que unos padres de una niña con S.Down de 10 años me han preguntado si sería bueno decirle que tiene S.Down o no. ¿Qué aconsejais? Gracias por vuestro trabajo.

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ana fernandez bernal 03/10/2011

yo tengo un niño de 12 años y siempre se lo hecho saber y el lo tiene muy claro,y se encuentra identificado ,y lo lleva muy bien.

XMLL 06/10/2011

Estamos de acuerdo en que hay que decírselo, pero ¿cómo se le dice? ¿Qué pasos recomendáis (ir gradualmente desde explicarle que hay cosas que le cuestan más, otras que hace igual… hasta ponerle nombre al S.Down)? ¿Hay algun libro o cuento que se pueda utilizar?
Como siempre, gracias por vuestra ayuda.

Experta en Educación de DOWN ESPAÑA 10/10/2011

Estimado compañero:

Te puedo sugerir el trabajo con algunos cuentos que permitan al niño hacer preguntas y darle así a conocer el síndrome de Down. Que al niño no le hayan dicho que tiene el S.D.no significa que él no lo sepa. A estas edades no solo se encuentra inmerso en un contexto familiar sino tambien en un contexto escolar en el que se oyen, se expirementan y se ven cosas. A través de estos cuentos podéis tantear que sabe él acerca de la diferencia.

Educación Infantil
1. La tortuga Marian : es un cuento que trata de forma indirecta el tema del síndrome de Down a través de una tortuga a la que le cuesta más aprender que al resto.
2. Lolo un conejo diferente.
3. Esta bien ser diferente.

En Educación Primaria te puedo recomendar tres cuentos creados por la Federación Catalana del Síndorme de Down:»Soy especial para mis amigos», «Que seré cuando sea mayor» y «Mis hermanos y yo». Ademas hay un cuento muy practico «Mi hermana es distinta,¿ y que?

Un cordial saludo

Coordinadora de la Red Nacional de Hermanos 11/10/2011

Como complemento a la respuesta de Ana Belén, creo muy importante recomendar que la familia entre en contacto con otras familias con hijos con síndrome de Down, la manera más fácil será a través de la asociación más cercana a ellos.
Tienen una gran importancia las relaciones entre iguales para favorecer el proceso de adquisición de la propia identidad.
Cuando nació mi hijo, una amiga psicóloga me dio un buen consejo que siempre ofrezco a las otras familias: para construir una personalidad equilibrada y ajustada, las personas con síndrome de Down necesitan de un doble referente, personas como ellos y personas con otras características.
La verdad es que los niños «aprenden» si es que se puede llamar así, que tienen síndrome de Down con toda naturalidad, en este contexto.
Esperamos que también sea así en este caso.
Saludos

XMLL 12/10/2011

Muchísimas gracias por vuestras respuestas. Sin duda me han sido de gran ayuda para abordar un aspecto a veces olvidado del s. down.

Presidencia de DOWN ESPAÑA 13/10/2011

En primer lugar, perdona la tardanza en la respuesta pero creo que, como padre de un chico con síndrome de Down de 16 años, podría aportarte algunas ideas, partiendo de mi propia experiencia, además de las excelentes recomendaciones que te dan mis queridas amigas Ana Belén y Pilar.
Como todo aquello que rodea la vida de una persona con SD, este aspecto debe tratarse con la mayor naturalidad posible, sin vivenciarlo, ni por la niña ni por su familia, como algo trascendental.
Más tarde o más temprano la niña mostrará algún interés por el asunto. Podrá abordarlo directamente o bien dar pistas que muestren que ha detectado su «hecho diferenciador».
Habrá que estar muy pendientes a esas muestras (un comentario, tristeza, decaimiento,…) e intentar averiguar qué le preocupa.
Una vez estemos seguros de que realmente es consciente de su diferencia, sera el momento de dejar caer, con toda naturalidad, el hecho de que tiene el SD. Lógicamente debemos hacerlo con toda la ternura, cariño y afecto que la situación requiere, sin rodear el comentario con palabras altisonantes ni con definiciones académicas, sino con palabras simples que muestren sobre todo que ese hecho no tiene demasiada importancia, que es uno más de los elementos que diferencia a unas personas de otras y, sobre todo, que ese hecho a nosotros, su familia, no nos frena para nada en el cariño que le tenemos.
Se trata simplemente de dejarlo caer, sin más, y esperar su reacción. A partir de ahí continuaremos, o no, profundizando en el tema, pero siempre a su demanda.
Normalmente si convive en el colegio, o en otro lugar, con personas con SD, se dará cuenta antes del hecho, aunque sea en los otros. Por tanto no hay que tener miedo a llamar a las cosas por su nombre y a realizar comentarios sobre el síndrome de Down delante de la niña.
El síndrome de Down es consustancial a su persona y, más temprano que tarde, tendrá que ir asumiendolo.
Sobre todo debemos intentar que su reconocimiento como persona con síndrome de Down no sea traumático, debe asumirlo como algo normal, como una realidad que no va a frenar sus aspiraciones, ni mucho menos va a rebajar lo más mínimo el afecto que hacia ella tienen aquellos que la quieren.
En resumen, hay que estar atentos a sus demandas, escucharlas con gran atención y darles la respuesta que buscan de la forma más natural posible.
Todo ser humano quiere saber sobre su realidad y tiene derecho a conocerla. Hagámolos pues, con sentido común, cariño y respeto.
Espero que estas reflexiones te hayan servido de algo.
Un saludo 🙂

Ximena Rocco 18/10/2011

Hola. Yo te puedo contar mi experiencia. Tengo una hija de 16 años, y durante la mayor parte de su vida escolar tuvo muy poco contacto con otros niños con s.d. Por lo mismo no se identificaba a sí misma con el s.d., decía que ella no era así, que eran feos, etc
Fue un trabajo largo el mostrarle que todos somos diferentes, por ejemplo: tu hermana tiene el pelo negro, yo lo tengo rizado, tú lo tienes liso.
Le mostraba fotos de niños con s.d. que fueran lindos, y le resaltaba esas dos cosas. Le mostraba su cara en el espejo y veíamos las semejanzas y diferencias.
Cuando veíamos a alguien con s.d. en la calle, le decía ‘mira, ella tiene s.d. igual que tú, ¡que linda es!’.
Y también la junté con otros niños con s.d….seguramente se dió cuenta que se podía comunicar con ellos mejor que con otros, y así poco a poco se fué identificando con ellos.
Hoy está absolutamente asumido, y en buena forma, sólo como una diferencia con otros, no mejor ni peor, sólo diferentes.
Es feliz, tiene amigos, y hasta un novio que también tiene s.d.
Lo mejor es que tiene claridad respecto a quién es ella, y está feliz y orgullosa de si misma.

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