La práctica deportiva

La práctica deportiva recreativa se considera esencial para completar el proceso de inclusión de las personas con síndrome de Down y discapacidad intelectual.

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La práctica deportiva genera múltiples beneficios a varios niveles (Pérez-Tejero & Ocete, 2018) y tiene una transferencia directa a otros ámbitos que inciden en los procesos de inclusión social.

A continuación te mostramos aquellos campos en los que identificamos claros beneficios en personas con síndrome de Down derivados de la práctica deportiva. 

  • Capacidad de asumir riego físico.
  • Valoración del propio cuerpo.
  • Madurez.
  • Desarrollo de la personalidad y afectividad individual.
  • Seguridad.
  • Toma de conciencia y satisfacción por lo realizado.
  • Potenciación de la autoestima y auto-concepto.
  • Trabajo en equipo.
  • Gestión de emociones.
  • Aumento de la comunicación corporal.
  • Adquisición de hábitos de higiene.
  • Capacidad de gestión.
  • Mejora del rendimiento escolar.
  • Desarrollo psicomotriz.
  • Prevención de sobrepeso y obesidad.
  • Crecimiento saludable.
  • Contribución a la mejora del tono muscular.
  • Mejora de la imagen y percepción del propio cuerpo.
  • Dominio del esquema corporal.
  • Control espacio-temporal.
  • Dominio cenestésico.
  • Entrenador.
  • Profesor.
  • Familiar.
  • Amigo.
  • Amigo de otro amigo.
  • Persona nueva por conocer.
  • Utilizar medios de transporte.
  • Compartir vestuario con otras personas.
  • Ser responsable con el material deportivo.
  • Estar atento de las instrucciones del entrenador.
  • Saber fechas de competiciones.
  • Ser consciente de cuándo se cambia un entrenamiento.
  • Decidir si la persona quiere continuar con el mismo deporte o probar con uno nuevo.
  • Si se desea entrenar a un mayor nivel de rendimiento deportivo.
  • Entrenar en un grupo específico.
  • Querer entrenar con personas sin discapacidad.
  • Compartir entrenamientos con personas de distinto género.

Todas las personas sin distinción deberían disponer de idénticas oportunidades de practicar deporte, con independencia de su situación personal.

Sin embargo, la falta de formación, recursos económicos y la baja ayuda externa, hacen que los clubes deportivos y demás instituciones de promoción del deporte base experimenten la inclusión de deportistas con discapacidad como una dificultad añadida a una gestión diaria ya de por sí complicada.

Si bien es cierto, que en función del tipo de discapacidad intelectual hay ciertas barreras más pronunciadas que otras, en general, una de las principales barreras en la participación de personas con síndrome de Down en el deporte, es por tanto la ausencia de oferta deportiva.

A ello, ha de añadirse la escasez de datos de los que se disponen sobre la práctica deportiva por parte de personas con síndrome de Down, más allá de las licencias federativas de las federaciones adaptadas y de estudios que evidencien la situación de acceso al deporte por parte de personas con discapacidad intelectual.

“A pesar de que la práctica deportiva es un componente fundamental de la calidad de vida de las sociedades modernas, no toda la población tiene igualdad de acceso a la actividad física y al deporte.“

Pérez-Tejero y Ocete, 2018.

En el marco de estudio sobre los procesos de integración del deporte para personas con discapacidad en la Federación: “Ayudas a las Federaciones Deportivas Españolas para la Realización de Proyectos de Deporte Inclusivo en el Año 2021” (Ocete y Cherta, 2021) se recalcan los condicionantes de la inclusión deportiva de personas con discapacidad. Entre ellos, destacan los siguientes.

  • 01

    “La localización de técnicos cualificados y voluntarios y la remuneración de los mismos.”

    Falta de formación en todos los perfiles deportivos incluyendo familias y deportistas sin discapacidad.

  • 02

    “Ausencia de grupos de su edad.”

    Falta de programas y oferta deportiva.

  • 03

    “Desconocimiento de dónde acudir, qué hacer.”

    Falta de información.

  • 04

    “La falta de espacio.”

    Instalaciones disponibles y accesibles.

  • 05

    “Conciencia social en el deporte hacia los colectivos con necesidades especiales o discapacidades.”

    Concienciación sobre la discapacidad por parte del entorno.

  • 06

    “Falta de empatía y persistencia de prejuicios.”

    Falta de sensibilización.

  • 07

    “Falta de apoyo o asistencia personal.”

    Medios de transporte.

  • 08

    “Falta de recursos humanos y técnicos de apoyo.”

    Necesidad de personal de apoyo en los entrenamientos.

  • 09

    “Las dificultades de adaptación de las modalidades deportivas a determinadas discapacidades.”

    Cuestiones relacionadas con el reglamento y sus adaptaciones.

  • 10

    “La sociedad ve un club de personas con discapacidad intelectual como menos importante.”

    Desconocimiento.

  • 11

    “Desconocimiento de hábitos y participación deportiva de las personas con síndrome de Down.”

    Falta de datos.

  • 12

    “Personalidad, gustos, intereses, preferencias deportivas.”

    Factores personales.

  • 01

    “Difusión de experiencias.”

    Visibilidad.

  • 02

    “Más deporte inclusivo.”

    Oportunidades de práctica.

  • 03

    “Publicidad y fomento a través de ayudas desde las Federaciones Nacionales.”

    Ayuda y apoyo económico.

  • 04

    “Formación desde la universidad o desde los cursos de base en deporte inclusivo.”

    Formación de todos los agentes implicados (directivos, técnicos, familias y deportistas) en el proceso de inclusión.

  • 05

    “Difusión del deporte inclusivo en Colegios, Federación, Clubes y Ayuntamiento.”

    Investigación y divulgación.

  • 06

    “Monitores de apoyo durante las clases.”

    Recursos humanos de apoyo en los entrenamientos/clases.

  • 07

    “El asesoramiento en materia de adaptación de modalidades deportivas. El impulso federativo. El desarrollo de programas sobre la materia con dotaciones económicas y de recursos.”

    Asesoramiento y apoyo.

  • 08

    “Un grupo reducido.”

    Tamaños reducidos de las sesiones.

  • 09

    “Que se realicen las adaptaciones necesarias y adaptadas a cada persona con discapacidad.”

    Adaptaciones en función de la persona.

  • 10

    “Crear grupos formados por personas con discapacidad y sin discapacidad.”

    Generar espacios de práctica deportiva inclusiva.

  • 11

    “Poner al servicio de todas las personas los espacios de los que disponemos.”

    Uso de recursos e instalaciones comunitarias.

Teniendo en cuenta estas barreras y facilitadores los agentes implicados en la promoción del deporte de las personas con síndrome de Down, deben centrar sus esfuerzos en:

Elección y decisión

Dar oportunidades para elegir qué tipo de práctica deportiva quieren desarrollar, independientemente de la etapa evolutiva de su vida en la que se encuentren; adecuándose a sus gustos, intereses y necesidades.

Posibilidades de participación

Tener herramientas que faciliten el proceso deinclusión deportiva para participar de manera activa y efectiva en cualquier sesión, biensea de entrenamiento y/o competición.