Puede ser o no, pero lo que sí que es cierto es que ni sabemos por qué aparecen estos brotes psicóticos ni tenemos casi herramientas para controlarlos, mientras que sí sabemos como averiguar la intolerancia al gluten y su tratamiento.

Por lo tanto, y sin dejar el tratamiento prescrito, debe hacer el estudio físico completo si no estaba ya hecho, con hormonas tiroideas, hemograma, vitamina B, vista, audición, celiaquía, búsqueda de dolores (boca, abdomen, etc), buscar acontecimeintos vitales que le hayan podido desestabilizar (en familia, trabajo, amigos, etc), y una vez comprobado que no hay nada, seguir con los psicofármacos como mal menor.

Espero que lleguen al diagnóstico cierto.

Un saludo.
José María Borrel.

Perfecto, que se descarte culaquier posibilidad de patología orgánica, pero al mismo tiempo sigan indagando acerca de qué acontecimiento le ha podido suceder, para que haya experimentado un giro su vida.

Lo de internarlo, como última opción siempre, y con 22 años estamos hablando ya de un adulto con síndrome de Down.

Seguimos. Un saludo.
José María Borrel.

Caritina, de entrada yo diría lo mismo que le comenté a Carmen. Es imprescindible un estudio completo que nos descarte cualquier patología orgánica o algún tipo de dolor, y al mismo tiempo es también fundamental averiguar si ha habido algún acontecimiento en su vida que haya podido desencadenarle todo esto.

Obviamente, yo no puedo decirle si esto son brotes psicóticos, sí que pueden encajar, o si es reactivo a algún estímulo desencadenante. El diagnóstico correcto es complejo y laborioso, y se debe hacer con los profesionales de proximidad, pues requiere un contacto continuado.
La medicación antipsicótica hay que manejarla a las mínimas dosis posibles, para evitar los efectos no deseables de la misma, e incrementar en los brotes agudos.

No sé qué tal le va a Carmen con su hermano. Aprovecho para preguntarle y a ver si puede aportar algún comentario, ya que si bien cada persona es un mundo totalmente diferente, de las experiencias personales podemos sacar provecho todos.

Un saludo, y seguimos.
José María Borrel.

Marisol, por lo que comentas sí que parecen ser crisis convulsivas, pues interpreto que se le ha hecho un estudio neurológico completo y este sería el diagnóstico más lógico y habitual. A veces cuesta dar con el tratamiento idóneo, hay que ir probando diferentes fármacos anticonvulsivantes y ajustar sus dosis, pero se debe insistir hasta acertar lo necesario para cada persona. No es lógico decir que siga igual cuando no se logran controlar.

De todas formas veo que hay un componente atípico dentro del cuadro como son esos gritos y llanto durante horas, al margen de las crisis convulsivas. Creo que hay algo más.

¿Se ha estudiado la posibilidad de un dolor asociado, sea de muelas, oído, cabeza…? ¿Se han descartado ante todo brotes psicóticos u otra patología mental, incluido el trastorno bipolar? Esta última debería ser la línea a seguir en mi parecer, pues pienso que conviven dos procesos y no solo las convulsiones.

Ya me iréis diciendo. No es fácil la situación, vaya de antemano, pero hay que seguir.

Un saludo.

José María Borrel.