Aunque no aporta usted muchos datos, y la cuestión es compleja y muy amplia, vamos a intentar responder abordando lo más básico.

Ante todo, lo fundamental es que su hijo esté conectado con su medio ambiente, es decir que responda a los estímulos que recibe, a los juegos, vocalizaciones, etc. Y también que se relacione con su medio físico, o sea que le interesan los objetos y situaciones que tiene alrededor.

Luego, nos interesa que el niño tenga intención de comunicarse, de responder a la estimulación social de la familia, sonriendo, tratando de vocalizar o balbucear; y también, que empiece a hacer demandas de una manera más clara (ignoramos la edad del niño): mirando, vocalizando, tocando al adulto, gritando, señalando.

También, es importante que el niño comprenda y asocie situaciones familiares, y vaya anticipándose a ellas; es decir, se vaya dando uenta de la situación de comida, de salir a la calle, del vestido, del baño, y ustedes se van dando cuenta de que se pone contento, si le gusta, o se enfada si le desagrada; y a la vez, interesa que el niño vaya mejorando su capacidad de comprensión: aunque no hable, reconoce a personas y objetos familiares por sus nombres, señalando o mirando cuando se le dicen.

Finalmente, el niño irá vocalizando, primero sílabas, aproximaciones de palabras…, y tratará de imitar las emisiones que se le proponen. Es conveniente que vigilen ustedes la audición del niño: una revisión otológica, si no la han hecho ya, revelará si todo va bien. Recuerden que en los niños con síndrome de Down son frecuentes las dificultades de audición; e igualmente, ustedes conocen sus problemas para el lenguaje expresivo.

Les aconsejo, en cualquier caso, que sigan las orientaciones de los profesionales que les atienden. Y seguimos en contacto para lo que necesiten.

Un abrazo.
Isidoro Candel