Estimada Belén:

El paso de Educación Infantil a Educación Primaria supone un cambio de objetivos y metodología que para muchos niños resulta dificultoso.

En Educación Primaria se plantean ya objetivos curriculares más sistematizados y con un mayor nivel de exigencia, por ejemplo, con contenidos expresos de adquisición de la lectura, la escritura y el cálculo (sumas y restas). Por otro lado, se dan por adquiridos los hábitos básicos de autocuidado, el conocimiento de las normas básicas en clase o el dominio de las destrezas fundamentales del aprendizaje, habilidades que en ocasiones no dominan algunos alumnos con síndrome de Down.

En relación a la metodología, en Educación Primaria, ya no tiene carácter globalizador en función de los centros de interés de los alumnos, ni hay una distribución flexible del espacio del aula por zonas de actividad como ocurre en Educación infantil, en Primaria comienzan a darse las clases expositivas, con un currículum definido por el maestro y determinado por la Administración además de una distribución de la clases más rígida y estable.

La decisión de promocionar o no a Educación Primaria deberías de tomarla de manera consensuada con los profesionales que trabajan directamente con tu hija, ¿Cuál es la opinión de los profesionales de tu Centro de Atención Temprana? Ellos pueden indicarte si tu hija posee las destrezas y herramientas necesarias para poder cursar esta nueva etapa con probabilidades de éxito y analizar la ventajas e inconvenientes de esta repetición.

Otras de la cuestiones indicadas es la del nº de alumnos con necesidades especificas de apoyo educativo por aula, la legislación vigente establece un máximo de 3 alumnos con necesidades por aula y la repetición en un mismo ciclo en Educación Primaria, con carácter general, podrá adoptarse una sola vez, salvo que el alumno presente necesidades educativas que le permitan solicitar una permanencia extraordinaria en la etapa, además de la establecida de forma general.

Un cordial saludo