Lo que a usted le pasa, no es en absoluto excepcional. He conocido a bastantes padres que tenían una reacción similar a la suya. Y es lógico y comprensible que usted actúe de esta forma, aunque debe usted reconocer que no tiene mucho sentido, en especial por usted misma.

Su hija tiene síndrome de Down y ya está. Evidentemente, no va a ir usted proclamándolo por ahí a viva voz; pero sí parece razonable que hable de la condición de su hija con las personas más allegadas. Además, eso le ayudará a usted, porque verbalizar la situación personal es un buen método de alivio.

Las personas que le quieren y son cercanas a usted, seguramente ya saben lo que le pasa a su hija, pero tal vez no se atreven a decirle a usted nada por temor, vergüenza, pudor. Probablemente esas personas saben poco acerca del síndrome de Down y se harán cábalas e imaginaciones, casi seguro que irreales.

En mi opinión, debería usted, poco a poco, ir comentando cosas con las personas con las que más confianza tenga. No dude que su reacción va a ser positiva, y eso eliminará sus miedos. Hay que actuar con naturalidad, siempre dentro de un orden. Verá como nota alivio.

En cualquier caso, no se agobie si en un principio no se atreve o o ve la forma de hacerlo; tómese su tiempo, pero tampoco se demore demasiado. Seguimos en contacto para lo que necesite.

Ánimo y un abrazo. Isidoro Candel