Efectivamente, estimada María, algunos niños manifiestan su malestar emocional ante la llegada de un hermanito con conductas regresivas, como volver a hacerse pipí. No sé si será éste el motivo de lo de su hija, pero puede ser. ¿Qué hacer? Pues volver a implantar las mismas pautas que hicieron ustedes para que la niña controlara esfínteres, pero con algunos matices. Ahora, que es un poquito mayor, deben ustedes insistir un poquito en ese hecho, en que tiene que ayudar a cuidar al hermanito… Que ella se sienta protagonista, no víctima desplazada. Jueguen más con ella a solas, hablen con ella, dedíquenle un poco más de tiempo, anímenle a colaborar con su hermanito, que ella se sienta importante.

Y, cuando se haga encima, sin agobiarla ni presionarla demasiado, deben ustedes hacefrle ver que ella es mayor, que ustedes están contentos si se hace en el baño y están molestos si lo hace encima, que es capaz de hacerlo en el baño, etc. Ténganla unos minutos sin cambiarla ni asearla para que se sienta incómoda.

Y no se agobien ustedes más de la cuenta. Verán como pronto las aguas vuelven a su cauce. Sigan las orientaciones de los profesionales que atienden a la niña y colaboren con los profesores.

Seguimos en contacto por si necesita algo. Suerte y un abrazo.
Isidoro Candel