Estimada Karen:

La existencia de normas es muy importante para el adecuado desarrollo del niño. Una de las primeras necesidades del niño es la de seguridad.Las normas ayudan a poner límites a los impulsos y comportamientos, así como a crear conductas sociales y saludables. Además, aumentan el autocontrol de la persona. Imponer unos límites claros y coherentes, aunque sea complicado, es más que necesario.Las normas deben ser:

1. Claras. El niño tiene que saber claramente lo que se espera de él. La norma debe establecer qué tiene que hacer, cuándo hacerlo, cómo hacerlo y qué consecuencias supondrá su cumplimiento o incumplimiento. Por ejemplo, es preferible decirle al niño “quiero que permanezcas sentado en tu silla hasta que termines de comer” que decir “pórtate bien”.

2. Deben ser aplicadas indistintamente por el padre y por la madre, independiente del estado de ánimo y de quien esté presente en ese momento. Si no le permitimos saltar en el sofá cuando hay visitas, tampoco debemos permitírselo cuando estemos solos. Debemos mantener la palabra tanto en los premios como en los castigos. Por ello no debemos prometer algo que no podamos cumplir.

3. Debemos seleccionar pocas normas pero necesarias. A menor edad, menos normas.

4. Que sean razonables y fáciles de cumplir. Por ejemplo, a un niño muy activo, no podemos
pedirle que permanezca quieto durante una hora leyendo.

5. Si es posible compartidas y no impuestas. Respetarán mejor las normas si han participado en su diseño.

Un cordial saludo,
Ana Belén Rodríguez Plaza