Paula, confío que se sumen comentarios de psicólogos y familiares que hayan pasado ya por tu situación, que seguro que pueden aportar mucho en este tema. A mí podría ayudarme algo quizás el saber vuestras edades…., pero puedo aportar algo de todas formas.

Tal como lo planteas, interpreto que es imprescindible asumir la tutela de tu cuñada, que no hay alternativas. No es que sea malo, simplemente lo comento porque en dependencia de la composición familiar, de su autonomía, de sus planes, etc, hay otras vías a explorar que en ocasiones son muy satisfactorias. La convivencia con una persona con síndrome de Down también será muy satisfactoria, pero yo tengo que dejar caer que tú te casas con tu novio. Cierto también que yo soy yo y mis circustancias.

Con esto ya dejo marcada la línea a seguir, que es mucho dialogo con la pareja para llevar siempre una táctica consensuada, y ambos a la vez. El objetivo debe ser común, y en el caso del diagnóstico prenatal o vais a una o el fracaso como pareja lo tenéis a la vuelta de la esquina. O renuncias tú al diagnóstico prenatal asumiendo ambos el resultado final sea el que sea, o le debe quedar muy claro a tu pareja tu respeto y cariño hacia tu cuñada y tu compromiso con las personas con síndrome de Down, pero el deseo de no incrementar la familia en su caso con un hijo con esta condición. Y sin reproches ni cargos de conciencia posteriores. Creo que os podéis poner de cuerdo.

Es muy importante que sepas que la boda de su hermano o el que vayas a vivir tú «con ellos», es para tu cuñada un acontecimiento vital mayor, de los más importantes en su vida, y sí, los celos pueden hacer aparición, en ocasiones con una afectación en la conducta de ella impensable, a pesar de que su cariño hacia tí será enorme y sincero. Es otra cosa que deberéis hablar en pareja e intervenir con profesionales si hiciera falta, reservando los fármacos como último recurso.

Y el punto intermedio que planteas es más de lo mismo, corregir actitudes o modales, es otra intervención conjunta y continuada de la pareja, lenta para que ella no se sienta acosada.

Siempre digo que la llegada de un hijo con síndrome de Down debe ser motivo de unión entre la pareja, pues en este caso debe ser lo mismo, un nexo de unión entre los dos, y lo lograréis a través del diálogo. En ocasiones el problema se plantea cuando en una pareja surge qué hacer con la madre de él por ejemplo. Ella acepta que es inevitable asumir en casa a la suegra pero él debe aceptar que ha elegido a su esposa y la madre no debería ser motivo de discusión entre la pareja. Hay que buscar el punto.

En fin, que creo que para empezar ya tenéis alguna idea. Espero que os sirvan. ¿Qué fácil es dar consejos, verdad? A ver si llevarlos a la práctica también es posible.

Un saludo, y a vuestra disposición.
José María Borrel