No se trata solamente de que la niña extrañe, sino que a muchos niños les desagradan mucho los ejercicios y actividades que se hacen en el centro de estimulación, les cuesta adaptarse al medio y a los profesionales, y protestan, a veces, airadamente. Yo creo que hay que ayudarles a asimilar ese proceso de adaptación a personas y situaciones diferentes. Pero además, debe usted comprender que lo más importante en un programa de atención temprana no es lo que se hace en el centro, sino en casa. Pida a la estimuladora orientaciones y juegue usted en casa con su hija, insertando los objetivos propuestos, a ver cómo va reaccionando.
Yo pienso que los padres deben estar presentes en las sesiones, pero no me quiero meter en las decisiones de los compañeros, que conocen mejor cada situación. Todo debe ser progresivo y sobre todo, hacerlo agradable para el niño, un juego. A lo mejor, pueden empezar jugando ustedes, los padres, con la niña, y la profesional algo separada, y luego poco a poco ir acercándose y dirigiendo ella el juego. A mí me ha pasado y me pasa con muchos niños. Es decir, que no debe usted preocuparse demasiado, aunque deben ir solucionando poco a poco la cuestión. Y otra cosa: es normal y bueno que la niña extrañe a desconocidos y proteste ante situaciones que no le agradan. Revise usted su lazo afectivo con la niña, a ver si es demasiado intenso, y hay que ir soltando lastre progresivamente. Y traten de jugar en casa, «estimulando» a la niña en un contexto más natural.
Suerte y un abrazo.
Isidoro Candel