Lo sencillo para nosotros los médicos es diagnosticar cuando hay una causa orgánica, ante todo porque es demostrable. Podemos diagnosticar una anemia o un hipotiroidismo mediante analítica, o un déficit visual o auditivo mediante las exploraciones correspondientes. Por tanto, es lo primero que hay que buscar o descartar, además si hay algún dolor crónico, malas digestiones, etc.

En caso de que no haya nada que nos justifique esto es cuando tenemos que ir buscando qué circunstancias se han podido producir para ese cambio, desde acontecimientos vitales como cambios en la familia, defunciones, problemas en el trabajo, en casa, con amigos, discusiones……., todo, absolutamente todo lo que se mueve a su alrededor puede desencadenar un cambio de conducta, pudiendo llegar incluso hasta un cuadro depresivo.

Pero, cuidado, no tengamos prisa, evitemos etiquetarlo de entrada antes de hacer el diagnóstico correcto, ya que si logramos descubrir qué es lo que le ha sucedido, podremos adoptar las medidas precisas para el caso. No todo se corrige con fármacos.

La intervención por tanto, debe ser de todas las personas de su entorno, pensando que detalles que nos pueden parecer insignificantes, para él puedan tener una importante carga emocional.

Confío que les sirva de orientación.

Un cordial saludo.
José María Borrel.