Noticia10 Dic 20153 minutos de lectura

Por primera vez un bailarín profesional con síndrome de Down actúa en el Palau

Portada post Por primera vez un bailarín profesional con síndrome de Down actúa en el Palau
Eros bailarin
Eros, durante la representación de la obra ‘Invencido amor invencible’.

Eros Recio, el primer bailarín profesional con síndrome de Down estudiante del Conservatorio de Valencia, estrenará el próximo 26 de diciembre en el Palau de la Música de Valencia el espectáculo El hijo de Tchaikovsky, a beneficio de Aspadis.

Para muchos, este joven valenciano es un personaje conocido tras su participación el pasado año en el programa de TVE 1, Mira quien baila. Se convertía así en el primer bailarín con síndrome de Down en formar parte del programa, tanto en su versión británica como española, y en un claro ejemplo de integración plena de la discapacidad en el baile profesional.

Después se le ha podido ver en espectáculos teatrales como Invencido amor invencible, que narraba el romance imposible que vivieron el bailarín Nijinsky y el empresario Diaguilev; o una versión del Tenorio de Zorrilla, en donde se destaca que el amor siempre soprende.

El estreno de la obra, tal y como explica Europa Press, será tras el día de Navidad, a las 19 horas, en la Sala Iturbi del Palau, y contará con la participación de más de 15 bailarines y los actores de la compañía Kojani Teatro, dirigidos por Carlos Díaz y Marcel Marck, respectivamente.

El espectáculo realiza una biografía musical del compositor ruso de música clásica, Piotr Ilich Tchaikovsky, mediante la narración de varios aspectos de su vida como su familia, su matrimonio, sus amigos y la relación con la empresaria Nadezhda von Meck. Para ello, el espectáculo incluye una selección de las mejores piezas del compositor, que serán bailadas por Eros Recio.

Este joven bailarín, que continúa estudiando en el Conservatorio de Valencia, comenzó a sentir la llamada del baile con tan sólo 4 años. Sus padres estaban convencidos de que en los niños con síndrome de Down es importante trabajar la psicomotricidad, por eso le apuntaron a clases desde pequeñito y él las vivía con intensidad. Primero fue la capoeira y más tarde llegaron el chachachá, la samba y los concursos y competiciones. De esta forma, el joven Eros, que se pasa el día bailando, ha ido adquiriendo poco a poco la suficiente experiencia en los escenarios como para hacer frente a esta representación en un papel protagónico con éxito. Sin duda, éste es uno de los caminos hacia la inclusión.