Noticia10 May 20134 minutos de lectura

“Mis padres me trataron siempre como a uno más. Incluso me exigían más que a mis hermanos”

Fotografía: SUR

Fotografía: SUR

«El reto de aprender. Un relato desde la diversidad» vio la luz el pasado mes de febrero, y va camino de conseguir una segunda edición. En él, Pineda reflexiona sobre la educación, la enseñanza y el aprendizaje, y relata su propia vivencia de la discapacidad en el entorno educativo. Pretende servir de ayuda para docentes y familias.

Pablo ha sido también el primer europeo con síndrome de Down en terminar una carrera universitaria y tiene el título de maestro en Educación Especial y el de licenciado en Psicopedagogía. Además, protagonizó la película «Yo, también», con la que consiguió la Concha de Plata en el Festival de cine de San Sebastián en 2009.

Maestro, escritor, actor… ¿Cómo se definiría»

Me defino como un poco de todo. No me gusta encajarme. Es mucho más divertido hacer varias cosas a la vez.

Pero si tuviese que elegir una de sus dedicaciones, ¿por cuál se decantaría»

Es difícil quedarse solo con una. Son experiencias muy chulas que he vivido. Ahora, por ejemplo, estoy viajando mucho con las conferencias y el libro, y estoy conociendo a mucha gente.

Así que su trabajo le ha convertido en un trotamundos. ¿Sigue viviendo en Málaga»

Sí, eso sí. Vivo con mi madre y me muevo en tren. Me gusta poder volver a casa.

¿Y de qué trata ‘El reto de aprender'»

Es un conjunto de reflexiones y experiencias del tema educativo. Por ejemplo, sobre qué es ser un buen profesor, cómo motivar al alumno y cómo adaptar la educación para una persona con discapacidad. La enseñanza debe ser accesible para todo el mundo. Aunque también hablo de cosas que me han pasado a mí, de mi familia, de mi paso por el colegio y el instituto hasta llegar a la universidad.

¿Su familia supuso un apoyo importante para alcanzar todo lo que ha conseguido»

Ha sido indispensable. Cualquier síndrome de Down lo tiene siempre todo en contra. El ‘no’ siempre está por delante. Mis padres me trataron siempre como a uno más. Incluso me exigían más que a mis hermanos. Aún hoy en día mi madre sigue vigilándome porque tengo tendencia a entretenerme con cualquier cosa.

El libro está destinado a las familias, pero también a los docentes, para darles algunas claves para ayudar a chicos con discapacidades. ¿Están suficientemente formados los profesores para atender a estos alumnos»

Hay muchos profesores que están sensibilizados. De hecho, yo he tenido profesores que me han marcado y gracias a ellos estoy donde estoy.

Habla de los obstáculos en la enseñanza para jóvenes con discapacidad. ¿Ha tenido que sobrepasar muchos»

Sí, claro. Por ejemplo, me costó meses poder entrar en la universidad después de terminar en el instituto. Pero lo conseguí. Me siento una persona muy afortunada porque la vida me ha abierto puertas inesperadas como por ejemplo la del cine y ahora este libro.

¿Y cómo surgió la oportunidad de escribir su propio libro?

Pues fue gracias a una propuesta de un profesor de la Complutense, pura casualidad. Ahora se ha hecho realidad.

¿Y le ha costado mucho encontrar la inspiración»

Mucho (risas). Da miedo enfrentarse a la página en blanco.

¿Es consciente de que muchas familias con hijos con discapacidad le ven como un ejemplo»

Espero que los jóvenes con discapacidad y los que no la tienen me vean como un acicate para seguir formándose. Me gustaría que el libro sirviese también para que los jóvenes vean que se quejan mucho de vicio. Debemos aprender a valorar lo que tenemos y no creernos invulnerables. La discapacidad está más cerca de lo que pensamos y puede tocarle a cualquiera. Por eso hay que aprender a convivir con la diferencia.

Puedes leer la entrevista original en SUR pinchando aquí.