Noticia6 Feb 20152 minutos de lectura

“La LOMCE tipifica al alumno en función de sus resultados, y eso es un disparate”

Mayor Zaragoza, en el centro, flanqueado por Ruth Ramos, miembro de la Junta Directiva de DOWN ESPAÑA, y Delmiro Prieto, presidente de DOWN GALICIA.

Mayor Zaragoza, en el centro, flanqueado por Ruth Ramos, miembro de la Junta Directiva de DOWN ESPAÑA, y Delmiro Prieto, presidente de DOWN GALICIA.

El presidente de la Fundación para una Cultura de Paz, Federico Mayor Zaragoza, que fue antiguo Director General de la UNESCO (la organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), fue invitado por DOWN GALICIA para participar en la conferencia «LOMCE: una carrera de obstáculos para una educación pública y de calidad». Mayor Zaragoza basó su intervención en una contundente defensa de la educación inclusiva y la necesidad de formar a las personas atendiendo a sus características particulares. Mayor Zaragoza, que fue Ministro de Educación los años 1981 y 1982, reivindicó la «necesidad de una educación visiblemente inclusiva, basada en principios humanistas y no sólo en función de los resultados académicos«.

Mayor Zaragoza no tuvo reparos en expresar su rotundo rechazo a la nueva norma legislativa: «la LOMCE tipifica al alumno en función de sus resultados y eso es un disparate, porque se está evaluando con criterios técnicos, no humanos, y lo que tenemos que hacer es formar personas». Auguró que esta ley «durará muy poco, porque en cuanto cambie el gobierno la cambiarán, pero me apena que todo lo que se había avanzado en normalización y educación inclusiva se esté perdido en este momento.?

En su opinión, esta ley sustituye la creatividad de las personas por la competitividad, y criticó que contemple evaluaciones excluyentes realizadas por evaluadores externos que no conocen al alumno ni su circunstancia.

Recordando la vigencia de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada por las Naciones Unidas en 2006 y ratificada por nuestro país en 2008, reprochó que España «no sólo no la cumple sino que además le pone pegas». Un sistema educativo en concordancia con esta Convención sería, según él, el que atendiese a cada persona según sus propias características y su fisonomía particular, con una atención personalizada, y que contribuyese a la normalización de todo tipo de alumnado.