Noticia1 Jun 20156 minutos de lectura

Jóvenes con síndrome de Down de Huesca ofrecen una cena de gala como colofón a su curso de hostelería

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downcruz-roja2La iniciativa de realizar un curso de hostelería surge de la necesidad de que los jóvenes con síndrome de Down adquieran una serie de habilidades relacionadas con la autonomía y la vida independiente, lo que llevó a sus profesionales a plantear la posibilidad de realizar un curso de cocina.

Ya en 2014 se sentaron las bases con una experiencia piloto en la Escuela de Hostelería San Lorenzo, bajo las instrucciones de Marta Jiménez y con la ayuda de voluntarios, profesionales de la asociación y padres, pero sin financiación ajena a la propia entidad.

Y este segundo año han repetdio de una forma más organizada y completa, ya que «el Inaem (Instituto aragonés de empleo) nos concedió un curso de formación para obtener la certificación profesional de ayudante de cocina», explica el psicólogo de DOWN HUESCA, Eduardo Pérez. Cuando finalice, habrán sido 120 horas de aprendizaje, que se completarán con otras 260 el próximo ejercicio. «Así, además de aprender, pasárselo bien y adquirir habilidades, podrán optar a un trabajo«, indica Pérez.

«Este curso es reflejo de una filosofía de trabajo que para nosotros es muy importante, que consiste en dar valor a todos los apoyos que pueden girar en torno a las personas con síndrome de Down y proporcionarles las oportunidades que pueden necesitar para desarrollar diferentes actividades de una manera lo más eficaz posible para ellos», añadió el profesional.

Una cena de gala como colofón

Para poner en práctica todo lo aprendido durante el curso, el pasado 26 de mayo se celebró una cena para medio centenar de personas, en la que familiares, políticos, representantes de diversos colectivos y medios de comunicación pudieron comprobar las destrezas adquiridas por los jóvenes al tiempo que disfrutaban de una sesión gastronómica.

Los dieciséis cocineros de DOWN HUESCA se pusieron a las órdenes de Marta Jiménez y el resto de profesionales de la Escuela de Hostelería San Lorenzo y se prepararon para una intensa jornada.

downcruz-rojaLos cocineros se repartieron en grupos. «Unos se han ocupado del picoteo, otros de la carne y otros del postre. Luego han regenerado los productos y hemos empezado a emplatar”, explica la jefa de cocinas.

El menú incluía unas piruletas bañadas en cacao y con frambuesa liofilizada, mejillones tigre, croquetas, vasitos de gazpacho de fresa con mousse de fresa y albahaca, y chuletas rellenas. El postre consistía en manzana envasada al vacío para que adquiriese el jugo de una mezcla de ginebra con albahaca, a la que habían acompañado con hielo para que pareciera un cóctel y unas hojas de menta por encima. «Han trabajado muy bien, cada vez mejor. Se nota la adquisición de competencias que ha habido desde el año pasado a éste, y que se les da muy bien», afirma la cocinera.

Marta Jiménez asegura que los profesionales de la Escuela de Hostelería estan gratamente sorprendidos. «El año pasado ya nos dimos cuenta de que era una pasada cómo aprendían y, este año, hay que verlo para creerlo. No hay ninguno que no lo haga bien o que venga sin ganas. Desde el principio hasta el final, están trabajando y, por ejemplo, no se cortan nunca, tienen mucha destreza y son rápidos».

Una experiencia muy positiva con posibilidades laborales

Los jóvenes participantes del curso reconocen que para ellos está siendo sumamente enriquecedor, y además se lo pasan muy bien. Cada uno tiene su propia opinión de la experiencia, y aunque no todos tienen interés en dedicarse profesionalmente a la cocina, como señalan Jose o Daniel, sí que reconocen que para su vida diaria les va a venir muy bien. Ambos residen autónomamente en un piso y este curso les ha permitido aprender a preparar más platos «y también a fregar».

Loreto también sabe ahora mucho más de fogones y cazuelas. A ella le gusta esta actividad, aunque confiesa que de momento no lo cambiaría por su trabajo en Decatlon.

Noel no pudo participar el año pasado en el curso y lo ha cogido con muchas ganas. Le resulta más difícil cocinar que limpiar, pero a él sí le gustaría trabajar en la hostelería, preferentemente como camarero.

Rubén ha apreciado una notable diferencia respecto al año pasado. «Antes íbamos flojos de velocidad, ahora mucho mejor», indica. Saber que los comensales habían disfrutado con los platos le agrada mucho. «Eso nos emociona, nos pone sentimentales», confiesa, y agrega que, aunque no tiene demasiada «afición» por la hostelería, gracias al curso ha incorporado algunos platos a su menú diario -también reside en un piso de vida independiente-, como lomo con queso, espaguetis carbonara y borrajas con ajo.

Tras la cena, algunos de los invitados tomaron la palabra, como el director de Diario del Alto Aragón, Javier García Antón, que no dudó en alabar la calidad de los platos. «Ha sido una comida magnífica, con un nivel extraordinario. El año pasado os dije que el mejor ingrediente era el cariño, pero este año está todo tan bien que el cariño es un ingrediente más. Habéis hecho cosas de grandes cocineros. El año que viene os va a ser difícil superaros, pero sois tan buenos que seguro que lo conseguiréis. Echad la sal justa y ese punto de cariño que es el mejor fuego que se le puede poner a la comida», mencionó a los chicos.

Por su parte, el director de la Escuela de Hostelería, Andrés Cantos, destacó la progresión respecto al año pasado, y subrayó que el centro forma parte de la sociedad oscense.

El director general del Inaem, Jorge Escario, recordó que «la integración social sólo pasa por la integración laboral» y aseguró con emoción que actos como la cena «son los que quedan».

El presidente de Cruz Roja, Francisco Barreña, destacó el amor con el que se había preparado la comida. «Estáis en la tierra de la mejor cocina, espero que os lleguen muchas oportunidades de trabajo».

Por último, la presidenta de DOWN HUESCA, Nieves Doz, manifestó que para la entidad el curso y la titulación que se puede obtener es «un logro» y agradeció todos los apoyos. «La cena ha estado exquisita y el servicio inmejorable, y os invito a continuar para seguir superándolos y mejorando», agregó.