Por primera vez, un tribunal ha redactado una sentencia penal en lectura fácil, libre de tecnicismos jurídicos y accesible para personas con discapacidad intelectual. Ha sido la Audiencia Provincial de Madrid para que la víctima, un hombre de 47 años con discapacidad intelectual, pudiera entender la sentencia dictada por el tribunal presidido por el magistrado David Cubero.

Además, durante la vista que se celebró antes del verano, la víctima contó con un ‘facilitador’, una persona que le acompañó y le estuvo explicando todo lo que allí estaba aconteciendo.

Los hechos sucedieron en 2012 cuando la víctima, con una discapacidad intelectual reconocida del 42%, conoció a una chica y se enamoró de ella. Aparentemente ella también estaba enamorada de él, pero entre ella y su madre “manipularon” su voluntad y se hicieron con sus ahorros. Incluso le embarcaron en un préstamo hipotecario que debía pagar a lo largo de muchos años. Un allegado se dio cuenta de la estafa, la destapó y ésta llegó a los juzgados.

En este caso existen dos sentencias, la oficial –con sus tecnicismos- y paralelamente la sentencia en versión lectura fácil. En ésta última, no sólo explica la figura del juez o qué es una sentencia, sino que entra a relatar los hechos y a justificar por qué las dos mujeres han sido acusadas por un delito de estafa en un lenguaje accesible y comprensible por la víctima.